Sin embargo cuando el iPad llegó a las menos de los primeros afortunados en tenerlo surgió la decepción: las aplicaciones para el iPhone que se ampliaban aparecían muy pixeladas, y su uso era muy incómodo. De ahí que entre la comunidad de desarrolladores surgiera la idea de negocio de vender aplicaciones ‘normales’ y aplicaciones ‘HD’, preparadas para la alta resolución de las pantallas del tablet.
Y por lo que parece, esta idea de negocio va a tener poco tiempo de vida. El culpable de ello: la retina display del iPhone 4 y su enorme resolución. Ahora que todas las aplicaciones del iPhone tendrán que doblar su resolución, la idea de aplicaciones ‘de alta definición’ empieza a carecer de sentido.
Una imagen vale más que mil palabras. Fijaos en el gráfico adjunto en el que se comparan las resoluciones nativas del iPad, del iPhone 3GS y del iPhone 4 con retina display; donde se demuestra lo mucho que se tiene que ampliar una aplicación del iPhone 3GS comparado con la comodidad con la que se mostraría una aplicación del iPhone 4:
Una vez las aplicaciones optimizadas para el iPhone 4 se abren desde el iPad, éstas ocupan prácticamente toda la pantalla del tablet en su resolución nativa (lo cual de paso también nos dice que la pantalla del iPad actual tiene una definición mucho menor que la del iPhone 4), y son perfectamente usables sin tener que soportar los enormes píxeles que veíamos antes.
En consecuencia, una aplicación para el iPad no puede ser denominada HD por simplemente tener un pequeño porcentaje más de pixeles. Sí, la aplicación del iPad aprovecha mejor la pantalla porque está pensada para mostrarse en 9,7 pulgadas y no en las 3,5 pulgadas del iPhone 4, pero con este cambio de resolución los usuarios podrían echarse atrás a la hora de pagar una cantidad de dinero mayor por una aplicación HD.
Es por eso que no me extraña cómo algunas de las nuevas aplicaciones que se están lanzando son compatibles al mismo tiempo con el iPhone y con el iPad, ahorrando así el duplicado de aplicaciones y ofreciendo ciertas ventajas a través de una compra dentro de la misma aplicación (la eliminación de la publicidad presente en la interfaz, por ejemplo).
Concluyendo: puede que dentro de poco tiempo la idea de las aplicaciones a un precio y las ‘aplicaciones HD’ a un precio mayor quede obsoleta debido a este cambio. ¿La buena noticia? Que un desarrollador no tendrá que lanzar varias versiones de su aplicación en la App Store.
Vía | Applesfera